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REVELACIÓN DIVERSA:

Entre los 10  a 16 años de edad, fue el inicio de diversas experiencias sobre-naturales con el Señor Jesucristo, y Dios Padre.

 

    Las experiencias tenidas fueron en sueños:

 

• Casi siempre vi a Jesucristo   en los sueños nocturnos: la condición del salvador era colgado en la cruz, por  aquellos años no entendí lo que pasaba conmigo. Considero este experiencia como el punto de partida que él Señor inicio a tratar conmigo para evangelizarme, para creer en su nombre y hoy hacerme su siervo, Ap. 3:20; hoy estoy plenamente convencido que Dios estaba tocando las puertas de mi corazón. Puedo testificar con toda certeza que para Dios no hay nada imposible, Lucas 1:37; a pesar de vivir en un campo donde no había ningún creyente evangélico o una Iglesia cristiana, Jesucristo me visitó  para iniciar a tratar mi vida y mi corazón. Es una gran verdad que el Señor Jesús vino para buscar y a salvar lo que se había perdido San Lucas 19:10. Y yo soy uno de ellos.

 

• También Presencié el cariño de un Anciano Padre, lleno de amor y misericordia, que su amor sobrepasaba a todo entendimiento humano. San Juan 3:16; 1Juan 4:8. Experiencia, que me motivó a pensar en la existencia de Dios y a reflexionar sobre la vida que llevaba, por aquellos años.

 

• Tuve revelaciones de algunos de los juicios y del fin del universo que habla en el Libro de Apocalipsis, pero no entendía qué era eso. Uno de mis temores más grandes, para ese tiempo fue que en el año 2 000, Jesucristo regresaba a la tierra, y posiblemente era también el fin del mundo, esto era uno de mis temores más grandes, aunque no sucedió como yo pensaba. Pero esta experiencia por el año 1988 a 1994 me llevó a pensar que el fin del mundo era cercano, y por lo tanto debía arrepentirme; yo era consciente de mis pecados en que vivía, a pesar de ser inconverso pensaba dentro de mí, si no me arrepentía a tiempo era difícil  de alcanzar mi salvación.

 

• El maravilloso rapto de la Iglesia, 1 Tes. 4:16-17. Experiencia donde pude observar: pocos fieles se fueron al cielo y yo me quedaba y vi a muchísimas personas quedarse en la tierra, entre creyentes mediocres y no creyentes, incluyendo mi persona me quedaba, en ese sueño yo me puse a llorar y pedir explicaciones el por qué me quedaba, yo era pecador por aquellos años; la respuesta de Dios fue: que yo me quedaba porque no estaba a cuentas con Dios y yo reconozco, mi conciencia me molestaba por las cosas negras que hacía, me puse a pensar, cual podía ser la salida y Dios puso un pensamiento e mi mente y en mi corazón, que yo debería de arrepentirme y si no la condenación me esperaba, estoy seguro si la muerte llegaba a mi vida el infierno me esperaba, pero gracias a la misericordia de Dios ahora soy salvo. Este evento escatológico me impresionó y me motivó mucho mayor para pensar en el evangelio de Cristo y buscar mi salvación, yo estaba convencido que su venida era muy cercano, así que trate de alcanzar la gracia de Dios para ser salvo.

       "Esto es verdad, ¡Cristo muy pronto viene! y la Iglesia tenemos que estar preparados para

          aquél día del gran encuentro en las nubes y de participar en las bodas del cordero."

 

Después de haber tenido todas estas maravillosas experiencias divinas, no me quedó otra opción, que creer en El Señor Jesucristo y confiar en el amor del Dios Padre, y arrepentirme de corazón y de todos mis pecados cometidos y así decidí renunciar a la vida pecaminosa y  religiosa  que llevaba por mucho tiempo donde me había aferrado y defendido la fe católica, pensando que lo que hacía era  correcto. No habiendo otra salida para mi vida perdida, entonces tomé la decisión de convertirme al evangelio de Cristo y cambiar mi vida por completo. Entre este proceso de fe, arrepentimiento y conversión al Señor Jesús, me llevó a buscar una Iglesia evangélica por espacio de un año (17 años de edad), hasta que llegó ese esperado día; cuando un siervo de Dios me visitó por la casa; para ese entonces mi padre carnal ya se  había arrepentido y convertido al Señor . Aquél siervo me dijo que Cristo Jesús me amaba y me necesitaba para su reino y que si yo me arrepentía el Señor me perdonaba todos mis pecados, cambiaba mi vida y sanaba de mis enfermedades (porque también estaba enfermo físicamente), al principio no lo tomé en serio  (1994, 17 años de edad). Pero fue un martes de la primera semana del mes de enero de 1995, cuando varios hermanos me invitaron una vez más a la casa de Dios, porque esa noche se iba llevarse a cabo una reconciliación con el Señor Jesucristo; entonces yo fui para aquel programa de la noche, donde sentí la presencia del Espíritu Santo con tan sólo oír el mensaje de la Palabra de Dios; mensaje que se basaba “Si alguno quiere ser mi discípulo, niéguese asimismo tome su cruz y ven sígame”. El mensaje de la Palabra de Dios me impactó el corazón, yo resulte llorando de rodillas ante el altar.

Hoy reconozco a esta experiencia, que fue Dios quién tocó mi vida y cambió todo mi ser hasta el día de hoy.

 

FE, ARREPENTIMIENTO Y CONVERSIÓN RADICAL A CRISTO.

 

En la noche de invitación al programa de la Iglesia, la puerta del cielo se abrió para mí y el camino empezó a resplandecer, San Juan 10:9; y toda la oscuridad se acabó. Porque aquella noche mi alma decía: yo quiero seguirte y servirte, estas palabras de mi corazón llorosa salió y decidió rendir ante la presencia santa de Cristo, donde también mi vida cambió radicalmente y lo nuevo vino e impactó mi corazón hasta el presente, para ese entonces había cumplido los 17 e iniciaba los 18 años de edad, cuando Cristo me hizo su siervo hasta la actualidad.  ¡Gloria sea a Dios! 

 

MINISTERIO CRISTIANO

 

Estas son las experiencias en la nueva vida:

• Vida nueva en todas las áreas. 2Co. 5:17

• Amor profundo a Dios y al prójimo. S. Mr.12:30-31.

• Tiempo de oración y ayuno.

• Testimonio cristiano a través de la predicación del evangelio de Cristo.

• Deseo de aprender cada día de cosas nuevas de Dios. Sal 63:1-2.

• Disposición activa y permanente en las cosas del Señor como materialmente.

• Deseo de trabajar en las cosas de Dios. Algunas veces mi corazón dijo: ¿Qué quieres que yo haga?, y él me respondió - lo que Yo ponga el deseo en tu corazón esa será lo que tienes que hacer – entonces en mi corazón nació el deseo de pastorear; aunque después por varias ocasiones, después de confirmado el ministerio rehusé a la orden, hecho que casi me costó la vida. Cuando Dios ordene mejor es la obediencia.

• También debo testificar que tuve experiencias con el infierno.

• Pedí una y otra vez la confirmación del Señor Jesucristo si Dios me había llamado al misterio que me confirmara y por tres oportunidades claras he tenido la respuesta, por lo que hoy estoy convencido de este ministerio al 100%. Ya no rehusaré.

 

¡LA  GLORIA  SEA A DIOS!